A toda costa – Sally Hawkins en el thriller de terror “Bring Her Back”

"Cathy estuvo aquí", dice, escrito en concreto en el último escalón de la escalera que baja a la piscina vacía. Pero Cathy ya no está. "Murió", dice su madre. "Se ahogó". Tras la muerte de su padre, los huérfanos Andy y Piper se quedan con Laura para pasar el tiempo hasta que Andy alcance la mayoría de edad. Laura es cálida; ninguna sonrisa es más amplia ni más cautivadora que la suya. Se toma una selfi de los tres, pero el rostro de Andy apenas se ve. ¿La exuberancia?
"Bring Her Back" es la segunda película de los hermanos gemelos australianos Daniel y Michael Philippou, cuyo debut, "Talk to Me", se estrenó en Europa en la Berlinale de 2023. Cualquiera que haya visto esta obra maestra de terror sobre la mano de una momia que se extiende al más allá sabe que incluso un selfi fallido tiene un significado especial para los exyoutubers. Como el ángulo de cámara inclinado cuando los dos hermanos se acercan a la casa. Como el hecho de que Laura llame a Andy Anthony. Y que disecara a su perro. Lo cual recuerda al simpático taxidermista aficionado y gerente de motel de Hitchcock, Norman Bates.
En general, "Bring Her Back" sigue en gran medida la estructura narrativa del thriller materno-infantil "Psicosis" (1960) hasta su final, incluyendo su impactante escena en la ducha. Al igual que Norman, quien revive a su madre de una manera especial, Laura tampoco está bien; como sugiere el título de la película, quiere recuperar su hermoso pasado, cueste lo que cueste.
Y algo también anda mal con Oliver (Jonah Wren Phillips), el chico flaco y mudo con ojos verdes de aspecto extraterrestre.
Este otro niño adoptivo de Laura duerme bajo llave. Algo se ha quedado atrapado dentro de Oliver, y es —y no permanece oculto por mucho tiempo— una criatura de la Dimensión Desconocida. Oliver es parte esencial de un ritual ocultista de Lázaro, que Laura tiene grabado en una cinta de VHS, y con el que quiere resucitar a su Cathy. Oliver escribe "Pájaro" en un papel cuando Andy le da fruta a cambio de información escrita.
Y tras el siguiente, casi insoportable exceso de dos minutos (algunas escenas de esta película solo se pueden seguir a través de la pantalla), se revuelca tras una línea de tiza en la entrada de Laura como si estuviera ardiendo por dentro. "¡Ayúdame!", le susurra Oliver a Andy.
Las películas más perturbadoras del género de terror giran en torno a niños y padres. En la adaptación de "Hansel y Gretel", "La noche del cazador" (1955), el actor británico Charles Laughton conjuró un mundo onírico de cuento de hadas en el que dos huérfanos huyen de su padrastro, un cazador implacable, cuyo ansia asesina no se limita a una casa de jengibre como la bruja.
En "El castillo de los horrores" (1961) de Jack Clayton, una institutriz (Deborah Kerr) fracasa en su intento de criar a dos huérfanos y cae en la locura; no queda claro si el intento de apoderarse de los niños por parte de los fantasmas de dos personas muertas fue una amenaza real o un producto de la imaginación de la señorita Giddens.

Lo que no saben: El blanco en los árboles y el suelo es un círculo mágico. Piper (Sora Wong) y Andy (Billy Barratt) están en Demonland. Escena de la película "Bring Her Back".
Fuente: Ingvar Kenne
“El bebé de Rosemary” (1968) fue la historia de Roman Polanski sobre una madre sustituta de Satanás que, después de dar a luz, se acerca a la cuna de su hijo con un cuchillo, pero no logra eliminar el mal del Anticristo (“¿Qué has hecho con sus ojos?”), pero mece su cuna maternalmente.
Cinco años después, "El Exorcista" de William Friedkin transformó la alienación de una adolescente en una historia de posesión. La influencia del demonio Pazuzu en el cuerpo y el alma de Regan (Linda Blair), de doce años, y en la psique de los exorcistas adultos fue tan explícita que fue clasificada para mayores de 18 años.
Como bien sucedió con "Bring Her Back", que no solo narra el profundo trauma de la pérdida de un hijo, sino también el abuso y el maltrato infantil. Y el hecho de que la empatía solo aplica al círculo más cercano de amigos. Nada de humor, solo drama.

Escenas perturbadoras: Oliver (Jonah Wren Phillips) alberga maldad en su interior. Escena de la película "Bring Her Back".
Fuente: Ingvar Kenne
¿Habría evitado Piper la catástrofe si hubiera dicho "¡Mamá!" en el momento justo, la palabra que Laura quería oír una vez más? ¿Si le hubiera dicho que quería vivir con ella, no con Andy, en lugar de consolarla con un "Te visitaremos los fines de semana"? Billy Barratt y Sora Wong están soberbios como los Hansel y Gretel de Philippous.
Sally Hawkins ("Happy-Go-Lucky", 2008), sin embargo, irrita al público como una bruja enamorada de Cathy, quien no puede recibir ni corresponder al sentimiento, pero que sigue ahí, como la madre de Norman Bates. Laura no soporta la culpa ni la añoranza. El insoportable subjuntivo "¿Y si...?" es reemplazado por el atractivo subjuntivo de terror "¿Y si...?".
Una película llena de detalles, secretos y sorpresas. Una que el espectador apenas puede soportar. Pero que querrá volver a ver para apreciarla plenamente.
“Bring Her Back”, dirigida por M. & D. Phillipou, protagonizada por Sally Hawkins, Sora Wong y Billy Barratt, 99 minutos, clasificación 18 (se estrena en cines el 14 de septiembre)
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